Ya estamos en España!, no es verdad, estamos metidas en el avión, todavia en Heathrow, pero ya nos sentimos como en casa, hay un pavo a nuestro lado, intentando meter su "equipaje de mano" (de medidas exactas)en un compartimento abarrotado y no es fácil encajarlo, ¡zas! oimos de repente...vaya que si entró. Es cierto, es como si ya estuvieramos en España, a ningún ingles se le hubiera ocurrido meterle semejante golpe a la puerta, y es que son muy comedidos ellos, hasta un poco sosos, aunque claro eso desde el prisma español. Esta mañana en el embarcament de la Queen Victoria, esperando el ferry para Greenwich habia una pareja con un perro, cachorro, juguetón y saltarin, puro nervio cachorril, pero cuando su ama le decía OFF, el perro se quedaba clavado en el suelo!. El metro es un ejemplo de orden, todos se pegan a la derecha en la escalera mecánica para dejar la parte izquierda para los que suben andando, a nosotras nos costó darnos cuenta (bueno lo pone en todas las escaleras, pero claro..está en ingles) y es que, si ves a alguien, que ocupa los dos lados de la escalera puedes estar seguro que es extranjero (con probabilidad alta de que sea español). Y es que todo por allí es sumamente civilizado, se cruza por donde se debe, se va por el carril adecuado, nadie se cuela en las filas, y así hasta todo lo que puedas imaginar. Hemos pasado antes por Covent Garden, día mercado, puestos en la plaza, y en el nivel inferior, han ido sucediéndose las actuaciones, desde música callejera hasta opera, lo cierto es que el ambiente agradable y el hecho de que era nuestra última mañana han influido bastante en terminar las compras previstas.
El ferry is very nice, cómodo, y se ven un montón de cosas sin mover un dedo, in our last day, we are really tired, de hecho desembarcamos en Greenwich y no somos capaces de subir la cuesta para ir a ver la meridian line en el Royal Observatory, así que nos damos una vuelta por el pueblo, que ya tenemos el tiempo justo, tras comer en un mercadillo callejero, compramos los tikets para ir hasta el aeropuerto, así, nuestra última vueltecita por Londres centro, es subterranea.
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