3 de enero de 2010

Escalada en via larga 1/2

Con solo 2 meses de retraso, pongo el 1er capitulo de VILANOVA DE MEIA, ESCALADA DE VIA LARGA.

Tras un pequeño rodeo a la altura de Lleida y una parada para cenar, Pepe y yo llegamos a Vilanova de Meia. En el bar de escaladores, hay guias diversas con las reseñas de las diferentes zonas de escalada, este es el momento de decidir, hay que elegir la vía, entre apuntes y números, mi inexperiencia en vía larga me lleva a fijarme en "rampas invertidas" 6a, mi grado, hecho!, me parece la vía ideal, al lado de la vía Lleida 6b+, con la que se quedan Visi y María. Pelle, subirá conmigo..200 metrazos! que pasada, le tenia ganas a algo así.

Cansados subimos a las habitaciones, las hay de 3 y de 2. María y José se quedan con la de 2, y ante el comentario de que las de mas arriba están bastante peor me quedo en el 1º piso en una de tres con Unai y Petete, ellos se meten en la cama doble y yo me quedo con la individual, es horrible, pandea en el centro y se notan todos los muelles, mis compañeros de habitación duermen como benditos y además no roncan, pero yo no cojo el sueño ni a la de tres, en un momento dado empieza una serenata que sube directamente de la puerta del bar, justo debajo de nuestra habitación, cantan fatal y si no hiciera tanto frío, creo que saldría a tirarles algo.

A la mañana siguiente, compruebo sorprendida los efectos de la "medicina natural", ayer venia con dolor en un oído, y tras una noche espantosa resulta que no me duele nada, claro la perspectiva para este día es...escalar hummm! todos los males desaparecen como por ensalmo.

A pie de vía el día parece magnifico, pero nos avisan por teléfono que viene un chaparrón de aupa por el otro lado de la montaña, en efecto, llega nuestra altura y aprovechamos un saliente para refugiarnos, mientras Pelle me enseña a montar reuniones. La lluvia pasa tan rápidamente como llegó, y comenzamos a escalar, Pelle abre y monta la reunión, me toca, estoy nerviosa, me da la sensación de tener los músculos de gelatina, pero antes morir que perder la vida, llego a un paso dificilillo, Pelle se esfuerza desde arriba para que pase, pero en el segundo largo, me encuentro con un paso mucho peor, mi cabeza, por libre, empieza a pensar que quien me mandaría a mi meterme en semejante berenjenal, y sobre todo, me martiriza con que estoy retrasando a Pelle, cuya intención era subir la pared completa antes del mediodía. A duras penas y con gran ayuda desde arriba llego a la segunda reunión, tengo el interior convencimiento de que la vía no esta a mi alcance, cuando además se pone a llover otra vez, tiramos la toalla y empezamos a rapelar.

Hacemos varios primeros largos de ese sector, mientras el resto de compañeros suben y bajan. Cuando ya todo el mundo empieza a retirarse, nosotros estamos en una 1ª reunión, él quiere intentar el siguiente largo, pero vacila en la 1ª chapa, no es difícil, pero recula al primer intento, y me pide que este atenta. Empiezo a entrar en pánico, nos separan del suelo unos 30 metros, mis pies se apoyan en un mísero saliente del que saldría despedida en caso de que él volara y tengo los antebrazos fundidos. Se que antes de soltarlo me daría de narices contra la roca, pero mi mente no confía en mi parte física, cuando sale de la seguridad de la reunión para intentar ese paso, sujeto únicamente por la cuerda que tengo en mis manos, me rindo. No vayas, le ruego, mis ojos se llenan de lágrimas, he estado a punto de dejarlo ir. Mi petición le acobarda, pero así es mejor, estoy agotada y no puedo asegurarle al 100%, cualquier otro porcentaje no es aceptable, cuando lo veo otra vez en la seguridad de la reunión, mi nivel de ansiedad cae a cero. Lo siento mucho por él, he sido un lastre toda la mañana, confío en que mañana pueda aprovechar mejor el tiempo encordándose con María. Desandamos el camino hasta la furgoneta y bajamos al pueblo.

Todos estamos cansados. A pesar de no haber podido con la pared, estoy satisfecha, he aprendido (al menos en teoría) a montar reuniones, y algún que otro "truco" con las cintas. Visi me anima y dice que mañana subiré. Yo no confío nada en el domingo, todas mis esperanzas estaban puestas en el sábado, ya que se que al día siguiente no podré ni con las pestañas...

No hay comentarios: